ANIMATE A CAMBIAR (PARTE I)

A muchas personas la palabra cambio les genera ruido, les produce incomodidad y, en algunos casos, llega a causar elevados niveles de ansiedad. Entender los cambios como algo positivo, en vez de enfrentarlos como si de un problema se tratara, es fundamental para lograr resultados significativos en nuestras vidas.

Como dice Mario Alonso Puig: ¨No tengas miedo de los cambios lentos, sólo ten miedo de permanecer inmóvil¨  Coincido totalmente con este planteamiento. Con frecuencia, en mis sesiones,  los clientes hablan de lo que quieren cambiar, pero no se atreven a moverse en ninguna dirección para lograrlo. Quieren resultados diferentes, sin hacer algo distinto. Es importante tener claro que “distinto” no significa “radical” ni “drástico”, significa dejar de repetir. las mismas conductas, que producen los mismos resultados. Tomar el mapa de nuestras vidas, decidir  un nuevo destino y comenzar a  transitar un camino diferente, que nos lleve en dirección a nuestros deseos, metas, búsquedas e intereses.

Un de las razones por las que las personas, indiferentemente del área en la que trabajan, perciben la palabra cambio como un elemento negativo o peligroso, es debido a la incertidumbre que genera lo desconocido. Sin embargo, solo cuando te atreves a cruzar la puerta del cambio, sabrás qué hay del otro lado.

Cada persona tiene una historia particular,  de ello depende que los agentes de cambio  puedan ser percibidos de diferentes maneras por cada quien . Un ejemplo lo tenemos en un equipo de Fútbol, en el que,  luego de un a serie de resultados negativos, despiden al entrenador. En los jugadores suelen generarse pensamientos y emociones que serán determinantes para el trabajo en la nueva etapa del equipo. No saber  quién será el nuevo entrenador, cuál será su sistema de trabajo, si tomará en cuenta a Los mismos jugadores o dará oportunidad a los menos regulares. Inevitablemente, todas estas incógnitas generan incertidumbre y preocupación. Lo importante, en esos casos, es entender las emociones que se están viviendo en ese momento y bajo esas circunstancias, para poder enfrentar  el cambio de manera positiva.

En las empresas, en el deporte, en la cotidianidad de nuestras vidas estamos constantemente en movimiento; para muchos puede ser imperceptible, pero este mínimo movimiento produce transformaciones en nuestro entorno. Es por esto que debemos estar siempre atentos a los pequeños cambios, aunque sean  involuntarios, que ocurren a nuestras vidas, en oportunidades, de manera no consciente, y analizar si realmente nos dirigen  hacia donde queremos.

Los cambios suelen llegar de forma inesperada y no deseada. Un ejemplo es la emigración. Cuando, por motivos ajenos a nuestra voluntad, tenemos que abandonar de país, y mudarnos a otro,  nos vemos obligados a modificar hábitos, formas de relacionarnos, costumbres, alimentos y horarios.

En muchos casos, no tenemos la oportunidad de desarrollarnos como profesional en el área en que nos hemos preparado y que hemos ejercido en el país de origen. Todo esto genera elevados niveles de ansiedad y estrés, que perjudican nuestro desarrollo emocional. Muchas personas se bloquean y se quedan en un estado depresivo, normalmente enganchados en lo que tenían antes y  que no tienen ahora.

Invito a todas aquellas personas que están viviendo o han vivido estas experiencias  a reinventarse. Tener la capacidad de aceptar que tras el inevitable giro de la existencia,  y aunque todas nuestras certezas y seguridades ya no estén presenten,  debemos comenzar a escribir un nuevo capítulo en el  libro de nuestra vida.

Recordemos siempre las palabras de Charles Darwin:  ¨No es la especie más fuerte la que sobrevive, ni la más inteligente, sino la que responde mejor al cambio¨ .

Si somos capaces de aceptar el cambio y responder de forma asertiva obtendremos resultados increíbles. Recordemos que depende de nuestro  enfoque, de nuestra actitud, de nuestros actos. Como dice el proverbio chino, "No puedes guiar el viento, pero puedes cambiar la dirección de tus velas".