Hace semanas la selección nacional de Venezuela Sub 20 hizo Historia en el mundial Sub 20 realizado en la República de Corea. Finalizó el campeonato comosubcampeona del mundo, con registro para la historia. Logró
clasificarse invicta en un grupo con selecciones muy poderosas como México y
Alemania, dato curioso, ambas selecciones acaban de disputar las semifinales de
la copa confederaciones, Aún con la presencia de estas dos poderosas
selecciones, la Vinotinto (selección de Venezuela) logró el primer puesto, el
invicto y un registro para la historia, 11 goles a favor y 0 goles en contra.
Posterior a esto, Venezuela
avanzó a los octavos de final enfrentándose a Japón, una selección que en
categorías inferiores trabaja con un orden y planificación de primer nivel
mundial. En esa ocasión, la selección de Venezuela logró otra victoria y por
cuarto partido consecutivo logró mantener su arco sin recibir goles en
contra, esta hazaña colocó a la selección en los registros históricos, ya que
únicamente Uruguay había logrado este mismo registro en 1979.
Sin lugar a dudas, un
equipo de records. Pero no son los records lo que quiero resaltar con mi
artículo, ya que estos son el resultado de un trabajo previo, de la dedicación
y esfuerzo de todos los profesionales que rodean esa selección. Quiero resaltar
el modelo de trabajo del Dt. Rafael Dudamel, un Dudamel que sí representa a
Venezuela en el mundo por su trabajo y los valores fundamentales,
demostrados no solo en los logros del equipo, sino también en su postura frente
al régimen que oprime al país. No todos (los Dudamel) en Venezuela
entienden bien esa palabra, al menos no lo hemos visto en Gustavo Dudamel.
Rafael Dudamel el líder
de un modelo que resultó ser exitoso.
Para quienes no lo conocen, es el entrenador de la selección de
mayores de Venezuela en la actualidad. Reconocido por su liderazgo, fue portero
en su época de jugador. Participó durante muchos años en la selección y, sin
duda, fue el portero más reconocido de la historia futbolera del país.
Este recorrido como jugador en la selección le
permitió la experiencia necesario para poder desarrollar sus futuros proyectos.
Rafa tuvo la oportunidad de vivir en carne propia el proceso de transformación
de la selección en la era del profe Pastoriza, quien en muy poco tiempo marcó
un camino, que luego continuó el profe Richard Páez. Menciono todo esto porque
es ahí, desde mi punto de vista, en donde se terminó de formar ese gran Líder.
Cuando hablo de un modelo
exitoso, lo hago desde la medición del éxito en resultados tangibles. Su
primera incursión en las selecciones nacionales fue en la sub 17 en el 2012, y
logró algo que ningún otro director técnico había logrado en Venezuela: hacer
clasificar a la vinotinto para un mundial de alguna categoría. Rafa lo logró
con una selección con muchisimo caracter, orden táctico y una preparación
previa para cada torneo, adecuada para resultados resaltantes.
En el 2015 Dudamel toma las
riendas de la selección Sub 20 logrando, por segunda vez, la clasificación de
la categoría del mundial. Ambas clasificaciones logradas por el mismo director
técnico en dos categorías diferentes. Estoy convencido de que no es cuestión de
suerte. El trabajo, la convicción y la planificación han marcado la diferencia
para la consecución de estos objetivos.
En el mundial de la
categoría sub 20, la selección logró llegar a la final y perdió por 1 a 0
contra Inglaterra, quedándose a un paso del objetivo. Objetivo que antes de
iniciar el mundial nadie veía claro, excepto los protagonistas.
Un Objetivo definido.
Para el mundo del fútbol,
pensar que en el mundial Sub, Venezuela pudiera pasar de grupo era poco
probable, que lo lograra de una y sin goles en contra, un imposible, y que
avanzara a la final, simplemente impensable. Pero no lo era así para quienes
habían trabajado por meses para estar ahí. Conocían el potencial y las
capacidades individuales y grupales del equipo, sabían perfectamente que tenían
el material para lograr el gran objetivo: lograr un campeonato del Mundo.
Uno de los secretos para
lograrlo, sin duda, fue la minuciosa preparación que realizaron. A partir de
ahí, se pudo establecer un objetivo muy alto, pero definitivamente realista. No
es soñar por soñar, es saber que se puede, porque se trabajó para que ello.
Confiar en el potencial y
en los progresos logrados fue la clave de un cuerpo técnico y unaselección que demostró que el sacrificio y trabajo tienen su
recompensa.
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