sábado, 11 de abril de 2015

Psicología y Nutrición, el binomio perfecto


    Hoy les hablaré de la necesaria vinculación entre la psicología y la  nutrición, cuando se trata de cambiar los hábitos alimenticios.

    Por muchos años me han llamado poderosamente la atención los temas de la nutrición y los regímenes alimenticios. En oportunidades me he preguntado: ¿Cómo se alimenta la gente? ¿Cómo asumen las personas su alimentación?, ¿Qué piensan de la forma en que comen? ¿Son realmente las dietas solo para aquellos interesados en su físico o también para los interesados en su salud? 

    Lamentablemente, por mucho tiempo el marketing ha sido uno de los peores enemigos de la alimentación saludable. Se han centrado en la promoción con fines comerciales,  sin tomar en cuenta lo que el producto ofrecido puede ocasionar a la salud del comprador.

   Recordemos que el marketing utiliza estrategias psicológicas y manejan la emoción del consumidor según las necesidades  del mismo y en función de una mayor venta del producto
    
    Dieta, una palabra odiada por muchos.

    La mayoría de las personas aborrece la idea de iniciar una dieta. Comenzar un régimen alimentario puede representar un sacrificio y generar emociones negativas y de rechazo en la mayoría  de los casos. Pero, ¿conocen ustedes el significado de la palabra dieta? Pues les comento que el concepto de la  palabra  proviene del griego díaita, que significa modo de vida. 


    En muchos casos se ha comparado a la dieta con un castigo, ya que se asocia a la prohibición de alimentos.  Si por el contrario,  la entendemos desde su etimología, como un modo de vida, esto nos permitirá plantearnos  la relación entre alimentación y  salud y  asumir una actitud positiva ante el nuevo reto de alimentarnos mejor.

    Las dietas no son solo para aquellas personas que quieren bajar considerablemente de peso y acercarse a un prototipo de mujer u hombre ideal, son para todos los que deseamos generar salud y bienestar. Esta búsqueda de una vida sana puede llegar a convertirse en una filosofía de vida.

La psicología como aporte en los regímenes alimenticios.
    
    Cuando comienzas una dieta pueden verse afectados tus estados anímicos.  Dependiendo de cuáles sean tus costumbres, la nueva alimentación  puede  generar  rechazo, inconformidad, mal humor. Estas variables mentales deben ser trabajadas por un psicólogo a la par del nutricionista, de manera que se logre la consecución de los objetivos.

    Es sumamente importante entender que para llevar a cabo regímenes alimenticios adecuados es necesario iniciarse con las personas especializadas en el área, que  te acompañen en el cambio de tu dieta y, de esta manera, puedas ver prontos resultados. 

    Los Nutricionistas son las personas ideales para lograr estos objetivos, estudiaron para eso. Muchas personas desconocen el riesgo de autoaplicarse dietas y las  consecuencias negativas  de un régimen equivocado pueden ser  no son solo físicas sino también a nivel mental. 

¿Sabías que la auto-confianza, autoestima y el autoconcepto son  de las variables más afectadas en los regímenes alimenticios inadecuados?

   Estas variables representan una amenaza constante para las personas que comienzan dietas.  Darle la importancia que tiene el cambio de alimentación puede facilitar el proceso de adaptación a los cambios.

   La forma en que se asuman los regímenes alimenticios adecuados será fundamental. Comprométete sin lamentarte. Elige qué quieres: comer bien para sentirte bien, o comer según el capricho y deteriorar tu salud 

Prográmate en Positivo.

   Siempre que puedas utiliza palabras positivas para reforzar tu  buena disposición hacia la alimentación saludable. Evita en todo momento utilizar un lenguaje negativo que afecte tu autoconcepto y motivación. 

   Toma muy en serio tu alimentación, con la convicción de que lo haces por ti, por tu bien, por tu satisfacción y que eso que probablemente al inicio implica un esfuerzo, puedes llegar a disfrutar hasta hacerlo parte de tu vida.
Solo tú puedes cambiar la forma en que te alimentas.  En la medida en que te motives a cumplir los objetivos que te propongas en cuanto a cómo te alimentas, te sentirás mejor y comprobarás los efectos gratificantes en tu humor, tu energía, la mejoría en tu sueño y en tu salud 



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