Durante el verano de 2011, en el mundo del deporte, específicamente en el futbol, se vivió el torneo más antiguo del mundo entre selecciones, la copa América, en la que participan los diez países de Sudamérica más dos países invitados. A lo largo del torneo, la noticia qué más eco tuvo, no solo en la prensa no solo venezolana, sino en el mundo entero, fue la del rendimiento de la Selección de Venezuela de Futbol, también conocida como la vinotinto.
A medida que se iba desarrollando el torneo, la vinotinto iba mostrando detalles interesantes en su juego y actitud que provocaban los comentarios de los fanáticos y prensa. Una de las razones que llevaron a debatir era la reputación de la selección. Popularmente se dice que del segundo nadie se acuerda, la imagen del campeón queda en la memoria de todos. Si nos referimos a los resultados históricos de la selección hasta 1999, realmente era números desastrosos, por lo que en la memoria de muchos, la vinotinto no figuraba, y solo había tenido golpes de suerte o casualidad por así llamarlo, uno que otro resultado positivo e histórico, ya que en cada resultado positivo hacía historia.
Desde 1938 hasta 1998 la selección, en la carrera para la clasificación al mundial, había logrado ganar únicamente 8 juegos. Lo que resume 60 años en 8 juegos ganados. Estos 60 años son el lastre que aun arrastran muchísimos venezolanos que aun creen que fue casual lograr llegar a la semifinal de la última copa América, y quiero añadir a esto que no se perdió la semifinal de esta copa América, ya que técnicamente al llegar empatados a goles al finalizar el partido, el encuentro queda empatado pero, como debe clasificar uno se realiza la tanda de penaltis, avanzando quien gane dicha tanda.
Para aquellos venezolanos que aun tienen el lastre, y para aquellos no venezolanos que en el terreno son adversarios, quisiera refrescarles la memoria con lo siguiente: desde la llegada del profesor Pastoriza como director Técnico de la selección de mayores en 1999, pasando por la era Páez, hasta hoy, con la dirección de Cesar Farías, la selección ha logrado 57 juegos ganados. Lo que resume en 12 años en 57 juegos ganados, y a este dato quiero agregar que son 12 años consecutivos, lo que habla de continuidad y el respeto de los procesos, que en mi opinión son los que generan resultados positivos.
En algunas de las entrevistas a los jugadores de la selección nacional se les preguntó cuál era el secreto o la diferencia de esta selección, en muchos casos la respuesta era generalizada, “el cambio fue en la cabeza”. Estoy completamente de acuerdo. En estos 12 años de los que hablo éste ha sido uno de los cambios más significativos, el aspecto mental. Fue con el profesor Pastoriza, quien por ser argentino estaba más acostumbrado al acompañamiento de profesionales de la psicología, especializados en deporte. Este entrenador comenzó a recurrir a esta figura en la selección en su corto periodo, posteriormente el profesor Richard Páez continuó con esta presencia dentro de la selección, en este caso un profesional venezolano, así como en la era actual, Farias acompaña su equipo, de un psicólogo deportivo, en este caso, el psicólogo Manuel Llorens, quien viene trabajando con las selecciones menores desde hace unos 12 años aproximadamente, de la mano del profesor Lino Alonso.
Este profesional ha aportado resultados fundamentales en la selección generando cambios en jugadores, directivos y fanáticos.
Es justamente el profesor Farías quien más ha dado apertura a la disciplina, desde los resultados que ha generado el trabajo en la altura, o el trabajo que se realizó en Estados Unidos antes de la copa América. Esta apertura le ha proporcionado resultados importantes para el desarrollo de sus procesos y para cumplir los objetivos planteados.
A lo largo del artículo no he mencionado a los actores principales ya que desde hace 12 años son muchos los que han aportado desde una u otra perspectiva y quise darle peso a la dirección, que es la que le brinda a los jugadores la oportunidad para desarrollar su libreto.
El gran objetivo de la selección en esta etapa es la clasificación al mundial, y luego de tanto trabajo está por comenzar el largo recorrido. Todo parece estar preparado y cada uno de los actores listo para desempeñar su papel con toda la responsabilidad que el caso amerita, con la convicción de ganar a cualquier rival y saber asumir que la derrota es parte del proceso.
Por esos 57 juegos ganados a lo largo de 12 años y todos los cambios que hemos vivido en el futbol venezolano, con jugadores en los mejores clubs de Europa y Suramérica, debemos creer que el fenómeno vinotinto es responsabilidad de un conjunto de acciones que llevan a un resultado y no una simple casualidad, es hora de aceptar que es una realidad la calidad de la selección es hora de conocer las limitaciones para trabajar en ellas, es hora de creer en un objetivo, es por eso que es hora de que los fanáticos se quiten las franelas albiceleste, canariña, roja para colocarse la VINOTINTO.
Psic. Fernando Da Costa Carrillo