Con toda seguridad han escuchado la palabra constancia una y otra vez desde la infancia sobre todo en momentos difíciles o en los que pareciera que quisieras abandonar algún objetivo. Tal vez las primeras veces la escuchaste de parte de tus padres. Normalmente formaba parte de el típico ¨sermón¨. ¿Pero, realmente conoces el significado de la constancia? ¿Has sido constante hasta ahora en el esfuerzo por alcanzar tus objetivos? Estas son preguntas que resultan muy importantes para la consecución de nuestras metas.
Según la Real Academia de la Lengua Española, la palabra constancia proviene del latín ¨constantĭa¨ y significa la firmeza y perseverancia del ánimo en las resoluciones y en los propósitos.
Tomando en cuenta esta definición, podemos centrarnos en la importancia del estado de ánimo, cuando nos proponemos alcanzar determinados objetivos. Las emociones nuevamente jugando un papel fundamental en nuestras vidas.
El efecto túnel.
Cuando te planteas un objetivo es importante que valores los factores negativos y positivos que podrían presentarse en el camino. Esto te permitirá tener una proyección realista de lo que puede suceder y así plantear de antemano algunas soluciones.
Al haber iniciado el trayecto hacia el objetivo te encontrarás con varias fases anímicas. El entusiasmo, la ansiedad, la duda, la tristeza o la felicidad.
La duda se puede presentar como el efecto del túnel. Podrías por un tiempo prolongado sentir que todo es de colores oscuros y que no ves salida por ningún lugar, miras hacia adelante y no ves luz al final del túnel. Pero esto no significa que no exista, siempre hay una salida, siempre aparece la luz. Lo importante es mantenerte en movimiento y creer en tus posibilidades.
Muchas veces las personas no entienden esta parte del trayecto y, cuando les toca transitarlo, se sienten perdidos y abandonan sus proyectos. La constancia, la firmeza y perseverancia son las herramientas más poderosas en esos momentos.
Para que un beisbolista de la MLB (Major League Baseball) logre alcanzar una posición, tiene que ser, sin lugar a dudas, una persona constante. Para la mayoría de las personas que son aficionados al béisbol, un partido transmitido por la televisión, que ven desde la comidad de su hogar o en el estadio, representa unas horas de emoción, alegría o quizás decepción, pero para el deportista que está en el terreno representó años de trabajo. El proceso para ser grandes ligas es largo, normalmente primero firman por un equipo de las ligas mayores, la firma se realiza para categorías inferiores. Si son jugadores del Caribe deben pasar por las granjas de sus países y probar en otros países de la región varios años para luego dar el salto a Estados Unidos a las ligas menores, estamos hablando de al menos unas seis categorías antes de llegar a las mayores y lógicamente no llegan todos, porque no hay equipos para tantos jugadores, llegan los que cada equipo considera los mejores. En ese transcurso de tiempo, pasaron al menos 6 a 7 años lejos de la familia, entrenando más de 5 horas diarias jugando más de 5 veces a la semana, dedicado prácticamente al cien por ciento de su tiempo a la pelota. Definitivamente hay que ser constante para llegar a ese lugar. Lo más fácil es perderse en el camino. He trabajado con muchos peloteros que hoy son grandes ligas y sin duda alguna son personas con una determinación muy grande, así como constantes en su trabajo. Aquellos que en el camino dejaron de creer, o no vieron la luz al final del túnel, fueron los primeros en entregarse al desánimo y renunciar al reto y por ende su resultado de sus carreras fue diferente al anhelado.
Si bien hay muchos factores externos que intervienen en la consecución de los objetivos, siempre podrás controlar tus factores emocionales y anímicos y mantener la constancia.
La constancia te permitirá ser diferente al resto. Si quieres ser un campeón debes entrenar y actuar como un campeón.
Agradecimiento a @giancolafoto Por la primera foto en la que aparece Chris Sharma escalando.