domingo, 31 de julio de 2016

EL ROL DE LOS PADRES EN LA PRÁCTICA DEPORTIVA DE LOS HIJOS.




Cuando hablamos del deporte base (también llamado deporte formativo, es el deporte que realizan los niños y jóvenes con objetivos de competición en la adultez) parece increíble observar que en las gradas se viva la emoción de lo que ocurre en la cancha casi con más intensidad y vehemencia que en el deporte mayor. He presenciado momentos realmente vergonzosos, así como otros maravillosos,  cuando se trata de padres haciendo barra a sus hijos. Hace más de 12 años me tocó estar  en medio de una trifulca (pelea callejera) en un Campeonato nacional sub 16, en el que los padres, después de 40 minutos de insultos, llegaron al  extremo de entrar al terreno y agredir a uno de nuestros futbolistas,   lo que derivó en una vergonzosa pelea.   

Después de aquel suceso, que vivimos lejos de casa, tocó un largo tiempo de reflexión. Era mi primer campeonato nacional ya no como futbolista sino como psicólogo y estaba viendo repetirse lo que tantas veces viví dentro del campo. Partidos detenidos por insultos de padres desde las gradas. ¿Qué pasa con el ser humano para llegue a ese punto de agresividad por el desarrollo de un juego? ¿Cómo se puede llegar a agredir no solo de palabra, sino también físicamente por un resultado u otro? Definitivamente olvidamos lo realmente importante en el deporte. Por un momento llegué a pensar que esas cosas pasaban en Venezuela porque futbolísticamente estábamos poco  avanzados, hasta que llegué a Europa y en España (modelo futbolístico del mundo) vi, en un partido de futbol base, que sucedió exactamente lo mismo. Esto va más allá de un país y su cultura. Esto se trata de las emociones y conductas de los padres que no valor el deporte como deporte sino como competencia.

Desde ningún punto de vista mi intención es la crítica destructiva para con los padres, todo lo contrario, mi intención es generar consciencia,  sobre todo se trata de identificar qué tipo de padres estoy siendo y que tipo de padre realmente quiero ser o debo ser para apoyar a mi hijo en su experiencia deportiva. A continuación presento una clasificación de tipos de padres según Frank Smoll (1991).

Tipos de padres:
-Padres desinteresados.
-Padres excesivamente críticos (hipercríticos)
-Padres vociferantes
-Padres entrenadores auxiliares.
-Padres sobreprotectores.

Padres Desinteresados:
Se caracterizan por no asistir a las actividades deportivas de sus hijos (entrenamientos, competición, compartir) No le dan el valor adecuado al deporte en el desarrollo de sus hijos, lo ven como  un simple pasatiempo y no como una herramienta de aprendizaje, socialización, crecimiento, desarrollo de habilidades motrices entre tantas.

Padres excesivamente críticos (hipercríticos):
Al contrario de lo que sucede con los desinteresados, los excesivamente críticos son padres que participan de forma entusiasta en las actividades deportivas de sus hijos, pero su interacción son es positiva. Constantemente están comparándolos con los demás compañeros, lo que lleva a los chicos a un encuentro de emociones y acciones desagradables y de índole negativa. Sus valoraciones son poco objetivas y el nivel de presión que imprimen a los niños es absolutamente inadecuado para su edad y contexto.

Padres Vociferantes
A este tipo de padre se le observa constantemente en los entrenamientos y competición. Gritan para regañar o vitorear a sus hijos. Incluso cuando lo hacen para celebrar sus jugadas acertadas, solo logran que los chicos pierdan su concentración.

Padres Entrenadores Auxiliares
Quieren constantemente intervenir y dar órdenes a sus hijos basándose en su criterio, y en muchas ocasiones pasan por encima del entrenador. Es importante que tengan en cuenta que este tipo de comportamiento genera confusión en los niños. En muchas oportunidades, he visto cómo un entrenador da una indicación y desde la grada el padre grita exactamente lo contrario.  Seamos conscientes de que el entrenador tiene que tener un planteamiento y esa indicación la está dando basándose en su criterio o estrategia.
No le hagamos creer a nuestros hijos que podemos pasar por encima del entrenador, porque eso será lo que intentarán  de imitar en las oportunidades en que no les salgan las cosas como ellos esperan.
Recordemos  que en los equipos, aún en los momentos de victoria, nos podemos encontrar con un grupo motivado y contento  y otro, que, por no jugar, pueda generar emociones negativas.

Padres Sobreprotectores
Son aquellos padres que perciben el deporte que practican sus hijos, como un constante riesgo.  Suelen mostrarse muy nerviosos durante la actividad, y  en ocasiones pretenden intervenir directamente  en la actividad.

Existen muchas clasificaciones de tipos de padres, ésta, desde mi punto de vista, es una de las más interesantes y que nos permite explicar claramente el comportamiento de algunos padres de deportistas base.

Es importante que los padres logren identificar si están actuando según alguna de estas clasificaciones. Evaluar su comportamiento como padre y las consecuencias que este comportamiento tendrá en sus hijos, les permitirá  tomar las medidas necesarias para cambiar, si es necesario,   lo que permitirá un desarrollo más equilibrado y probablemente una relación padre hijo más cómoda para ambos.

Deserción por presión
Desde mi experiencia personal como psicólogo deportivo, la presión a los niños deportista llega a niveles insanos, generando en ellos respuestas totalmente inadecuadas para su edad, y en gran parte de los casos, conduce al resultado contrario de que los padres desean, llegando a producirse rechazo a la actividad deportiva por parte del niño.

El tema de la presión amerita un artículo entero que desarrollaré en los próximos meses. En esta oportunidad me quiero enfocar únicamente en la presión que los padres ejercen sobre sus hijos deportistas. Como mencionamos en el artículo anterior, no podemos sobreponer la presión por logro el objetivo final  al aprendizaje adecuado y lúdico en el deporte base. La clave en esta etapa, más allá de un resultado, es el desarrollo de habilidades motriz, social, comunicacional, de liderazgo, entre otras.

He tenido casos en los que deportistas a un paso de ser atletas olímpicos abandonan la actividad por presión de los padres, dejando todo de un día a otro, tras largos años de entrenamientos y esfuerzo.

Me ha tocado lidiar con  padres que le echan en cara a los hijos, enfrente de mí, todo  lo que han invertido en tiempo y dinero para el desarrollo de ellos como deportistas, y que no pueden abandonar su disciplina.

Es en este aspecto que quiero hacer énfasis y propiciar la reflexión en los padres. No olviden que ante todo son nuestros hijos y que el aprendizaje es lo importante, incluso  más allá del  resultado final alcanzado en una competencia en particular.