sábado, 7 de abril de 2012

ENTRENAMIENTO MENTAL EN EL BEISBOL

Sin duda alguna, el factor mental en el mundo del deporte es fundamental y determinante. La importancia del entrenamiento mental cambia según las variables que determina cada deporte, por ejemplo, si es individual o grupal. Si es grupal, es necesario tomar en cuenta la cantidad de personas que lo conforman, los elementos de comunicación que se pueden emplear, tiempo de duración de la actividad, entre otras.

En el Beisbol, como en otros deportes de equipo, encontramos tres aspectos fundamentales a tomar en cuenta, tales como: el aspecto técnico-táctico, el aspecto físico y el aspecto mental. Este último aspecto es sobre el que haremos énfasis a lo largo de este artículo.

En la última década podemos encontrar cantidad de declaraciones de peloteros en las que comentan que éste es un deporte completamente mental. En cantidad de oportunidades, conversando con peloteros profesionales me han hablado de la importancia que para ellos tiene el control mental en este juego, con lo que estoy completamente de acuerdo, sin embargo me pregunto: realmente entrenan los jugadores el aspecto mental? Se plantean los equipos un plan de entrenamiento mental? Es tomado en cuenta dentro de la planificación de los peloteros dentro de las organizaciones? Es valorado dentro de la formación del Beisbol Base? La respuesta a la mayoría de estas interrogantes es no, al menos en nuestro país.

En Estados Unidos, algunas organizaciones si toman en cuenta el aspecto mental dentro de la planificación y el entrenamiento, existiendo psicólogos deportivos y personas preparadas en el área, dentro de la estructura de estas organizaciones.

Por qué si bien los peloteros valoran la importancia del aspecto mental, en el momento de convertirlo en rutina de entrenamiento todo se queda en palabras sin llegar a los hechos? La respuesta es simple, y lo demostraré comparativamente con los otros aspectos.

En un día de entrenamiento en el que, según la planificación, los peloteros deben correr las bases, el coach al borde de la raya mide los tiempos y con un cronómetro es capaz de medir si el tiempo se ajusta a los objetivos previamente planteados, inclusive la simple observación permite medir si el pelotero se desplazo por las bases y realizó el entrenamiento planificado. En el aspecto mental, si nos ocupamos del entrenamiento de visualización específicamente, no podemos ni medir con un cronometro la intensidad de la visualización o el tiempo de duración porque no es observable, ni saber si realmente la proyección se está llevando a cabo de la forma planificada.

Por otro lado si al batear tal vez los números (el average) indiquen que el rendimiento no es el esperado, el jugador junto con el coach de bateo pueden hacer un análisis de la biomecánica ya sea revisando videos o en vivo y, a partir de ahí, realizar lo que llaman en el beisbol el ajuste, es decir, la modificación de la mecánica para lograr un mejor contacto con la pelota. En cambio el aspecto mental no es cuantificable en muchos casos y las formas en que podemos medirlo representan estrategias tediosas que poco tienen que ver con lo ya conocido y por tanto suelen ser rechazadas por la mayoría de los peloteros, restando la importancia que se plantea inicialmente.

Son estas algunas de las tantas razones por las que planteo la importancia de incluir el entrenamiento mental como rutina de trabajo y no solo como la salida de un bloqueo o problema. Es de suma importancia que sea el propio pelotero quien tome conciencia de ello, ya que de lo contrario el trabajo no será constante y por ende no se alcanzarán los objetivos.

En nuestra cultura deportiva se ha acostumbrado al jugador a tener a una persona a un lado gritando, exigiendo y presionando para que realice las actividades de rutina, que mantienen y mejoran el rendimiento. En trabajo del psicólogo deportivo, como parte del entrenamiento mental, rompe con la estructura con la que se venía trabajando.

Entre los aspectos de mayor importancia dentro de la planificación mental encontramos la visualización, la respiración, el autoanálisis, establecimiento y registro de objetivos, la autoevaluación, comunicación, dialogo interno, entre otros. Cada aspecto varía según el deportista, su situación actual, el rendimiento, todo ello en función de su planificación de trabajo, por todo esto, la figura del entrenador mental en el mundo de la pelota se hace fundamental. Son ellos los encargados de acompañar a los peloteros en la planificación de su trabajo mental, así como en la ejecución de la misma y la realización de los ajustes necesarios a nivel mental.

Es tarea tanto de los psicólogos deportivos, como de los managers y demás personal técnico, concientizar a los jugadores de la importancia que el entrenamiento mental tiene, a la par del entrenamiento físico y técnico-táctico.